DEMENCIA
La demencia es una de las principales causas de discapacidad y dependencia entre las personas mayores en todo el mundo. Es un síndrome caracterizado por el deterioro de la función cognitiva (la capacidad de procesar el pensamiento) que afecta la memoria, el pensamiento, la orientación, la comprensión, el cálculo, la capacidad de aprendizaje, el lenguaje y el juicio. A través del tiempo resulta ser una condición abrumadora no solo para quien la presenta, sino también para los familiares y cuidadores, ya que implica altos costos financieros y emocionales.
Los tipos más comunes de demencia son llamados enfermedades neurodegenerativas. En estas afecciones las células del cerebro dejan de funcionar o mueren. Estas incluyen:
Enfermedad de Alzheimer: La forma más común de demencia entre personas mayores. Esta afección causa placa y ovillos en el cerebro provocados por el crecimiento anormal de diferentes proteínas. La proteína beta-amiloidea se acumula y forma placa entre sus células cerebrales. También hay una pérdida de conexión entre las células nerviosas del cerebro y demencia vascular causada por cambios en el flujo de sangre del cerebro. A menudo causado por un derrame cerebral o arterioesclerosis (endurecimiento de las arterias) en el cerebro.
Algunos factores pueden aumentar el riesgo de demencia, incluyendo: envejecimiento, que es el mayor factor de riesgo de demencia, tabaquismo, diabetes sin controlar, hipertensión, alcoholismo crónico intenso y el antecedente de familiares cercanos con demencia.
Los síntomas de la demencia pueden variar, dependiendo de las áreas del cerebro afectadas, a menudo, experimentar olvidos frecuentes es el primer síntoma, pueden perderse en un vecindario que conocen, usar palabras poco comunes para referirse a objetos conocidos, olvidar el nombre de algún familiar o amigo, olvidar los viejos recuerdos, necesitar ayuda para realizar tareas que solían hacer solos.
Para hacer el diagnóstico se puede utilizar: historia clínica, examen físico, pruebas para evaluar su habilidad de pensamiento, memoria y lenguaje, así como pruebas de sangre, análisis genéticos y escáneres cerebrales.
En relación al tratamiento para la demencia, no existe cura para la mayoría de los tipos de demencia, incluyendo la enfermedad de Alzheimer, pero se emplean algunos medicamentos para mejorar temporalmente la memoria y el pensamiento o hacer más lento su declive, otros medicamentos pueden tratar síntomas como ansiedad, depresión, problemas para dormir y rigidez muscular; pero todos los medicamentos causan efectos secundarios serios. Se debe emplear terapia ocupacional y del habla, música o terapia de arte, consejería sobre salud mental al paciente y sus familias a aprender.
Se calcula que aproximadamente 57 millones de personas viven con demencia en todo el mundo, esto implica que el gasto en la atención médica sea elevado. La mayoría del gasto mundial se produce en países de ingresos altos, aunque es en los países de ingresos medios y bajos donde viven la mayoría de personas con demencia. Mientras en los países de ingresos altos los pacientes y sus familiares recurren a los hogares de cuidado de ancianos, en muchos otros países esta no es una opción viable debido a los costos, a la falta de acceso o porque dichos centros no son la norma social, sin embargo, quienes deciden cuidar a sus familiares en el hogar se enfrentan a factores estresantes financieros, sociales y psicológicos que tienen un impacto en su salud física y mental. Además, la prestación de cuidados en casa afecta de forma desproporcionada a las mujeres, que son responsables de cerca del 70% de las horas de atención no remunerada, ya que las personas con demencia necesitan de cuidados las 24 horas del día.
Las proyecciones para 2050 estiman que la cantidad de personas con demencia se duplicará y que la atención para ellas representará casi uno de cada cinco dólares gastados en salud a nivel mundial. Ante este escenario, el reto es dar prioridad a la prestación asequible de atención de la demencia y garantizar que las y los pacientes tengan acceso a la mejor atención disponible, al tiempo que se protege a cuidadores y familiares del agotamiento, el aislamiento y las dificultades financieras.
Arturo Rangel Bojorges Mendoza
Consejero Suplente ante el H. Consejo Técnico del IMSS.
Boletín generado con información de OMS, IMSS y Secretaria de Salud.
