23 BOLETÍN DE LA COMISIÓN DE SALUD

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PROBLEMAS RELACIONADOS CON LA VISIÓN

 

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 285 millones de personas en el mundo entero sufrían algún tipo de discapacidad visual en 2010, y 39 millones de ellas eran ciegas, aunque este problema afecta en mayor medida a las poblaciones pobres. Hasta el 80% de los casos de discapacidad visual, incluida la ceguera, son evitables, pues las dos principales causas son los errores de refracción no corregidos (42%) y las cataratas (33%).

 

Por otra parte, la discapacidad visual es más frecuente en la población de mayor edad, el 93% de la población mayor de 55 años utiliza algún sistema óptico para mejorar su visión. Es destacable, además, el hecho de que las mujeres cuidan más su vista que los hombres. Los jóvenes casi nunca acuden al oftalmólogo, por razones económicas o porque no lo consideran urgente o necesario.

 

Los problemas de visión más comunes son los errores de refracción, que son problemas relacionados con la manera en que enfoca el ojo. La luz adquiere distinta velocidad de propagación en los diferentes medios materiales. En el proceso de visión de las personas, la luz se desvía o refracta al pasar a través de la córnea y el cristalino, hasta ser enfocada en la retina, en la parte posterior del ojo.

 

En ocasiones, la forma del ojo puede verse alterada por distintas razones –alteraciones en la forma de la córnea o envejecimiento del cristalino-, lo que impide un enfoque directo de la luz en la retina. Esto provoca, generalmente, visión borrosa, aunque existen también otros síntomas como visión doble o nublada, luz deslumbrante o halos alrededor de luces brillantes, dolores de cabeza o fatiga visual. Los errores de refracción se diagnostican mediante un examen completo de los ojos que incluya la dilatación de las pupilas, realizado por un oftalmólogo. Se pueden corregir con el uso de gafas, lentes de contacto o cirugía con láser.

 

La mayoría de las personas padecen uno o más de los siguientes errores refractivos:

 

  • Se trata de un problema en la curvatura de la córnea, que provoca que el ojo reciba imágenes en parte borrosas.

 

  • Miopía.El ojo enfoca la imagen de un objeto delante de la retina en lugar de hacerlo directamente en ella. Como consecuencia, los objetos cercanos se ven con claridad, mientras que los lejanos se ven borrosos. Suele empeorar en la infancia y la adolescencia, pero se estabiliza en la edad adulta.

 

  • Hipermetropía.En este caso, la imagen que llega no se enfoca en la retina, sino detrás de ésta, lo que impide ver con nitidez los objetos cercanos, pero sí permite ver bien los lejanos.

 

  • La presbicia.También conocida coloquialmente como vista cansada. Se trata de un tipo de hipermetropía relacionada con la edad, surge a partir de los 35 años, que merma la capacidad de enfocar de cerca: el ojo no enfoca la luz de forma pareja sobre la retina, lo que implica que las imágenes se vean borrosas o alargadas.

 

 

La fatiga visual o astenopia, además, constituye un trastorno muy frecuente que sufren millones de personas en el mundo. Afecta principalmente a quienes realizan su trabajo a corta distancia durante un tiempo prolongado, al menos durante cuatro horas seguidas; engloba todos los trastornos y molestias que aparecen en relación con la visión de cerca, tales como malestar ocular, visión borrosa, sensación esporádica de diplopía (visión doble), sensación de cansancio prematuro, incapacidad para mantener constantemente una imagen nítida a la distancia programada o cefaleas.

 

Puede estar causada por un mal estado del aparato ocular o deberse a distintos factores: relacionados con el puesto de trabajo, ambientales como temperatura, humedad, ventilación; personales como el estrés.

 

Sus síntomas y signos son: sensación de pesadez en los ojos, sensación de tensión ocular, toma de conciencia de la existencia de los propios ojos, enrojecimiento, escozor, aumento de la secreción de lágrimas, cefalea, disminución de la agudeza visual, visión borrosa, visión doble esporádica y dolor retro-ocular.

 

Para evitar la fatiga visual, los oftalmólogos recomiendan cuidar las condiciones lumínicas de la estancia y realizar breves pausas en el trabajo de manera regular, entre otras medidas.

 

Entre las distintas enfermedades, que repercuten en la visión se encuentran:

  • Cataratas.Se trata de una opacidad del cristalino del ojo, que impide que se vean con claridad las imágenes o, incluso, que no se vean en absoluto, requieren cirugía para eliminarlas.
  • Es una alteración en las células que se encuentran en el interior de la retina  (los conos), que no se puede corregir. En la mayoría de los casos, los daltónicos confunden unos colores con otros, habitualmente, el rojo y el verde.
  • Consiste en la infección o inflamación de la conjuntiva, puede provocar enrojecimiento del ojo, lagrimeo, picor y, en ocasiones, pus. Sin tratamiento adecuado puede hacerse crónica.
  • Se trata de una lesión en el nervio óptico debida a un aumento de la presión del ojo. Constituye una de las principales causas de ceguera en los países occidentales, sobre todo entre la población de edad avanzada, y no se suele diagnosticar hasta que se ha perdido parte de la visión.
  • La degeneración macular asociada a la edad. Es otra enfermedad ocular que afecta sobre todo a las personas mayores de 60 años. Cuando se produce la degeneración de la mácula, la zona central de la retina presenta cicatrices que van deteriorando la vista a lo largo de los años. Además de la edad, el colesterol y el tabaquismo incrementan el riesgo de padecerla.
  • Estrabismo. Los ojos se ven cruzados, debido, habitualmente, a algún desequilibrio de la fuerza que ejercen los músculos que ayudan a los ojos a permanecer rectos y moverse a la vez. Se suele corregir con cirugía y, de no tratarse en la infancia, puede  provocar pérdida permanente de visión en el ojo menos usado (lo que se conoce como ambliopía).
  • Lesiones oculares.Pueden producirse por la acción de agentes irritantes como la arena, suciedad o cuerpos extraños en la superficie ocular, así como por productos químicos o residuos que se incrusten en el ojo o impacten contra él. Pueden causar pérdida de visión temporal o permanente, por lo que, en caso de que se produzcan, debe acudirse inmediatamente al médico.
  • Retinopatía diabética.Los niveles permanentemente altos de glucemia, unidos a la hipertensión y a la hipercolesterolemia, aumentan el riesgo de que la red de vasos sanguíneos que riega la retina se bloquee. Esto puede dañar la vista o provocar una pérdida de visión permanente. Tras cuarenta años de evolución de la enfermedad, más del 60% de los pacientes diabéticos presentan retinopatía, de acuerdo a la Fundación para la Diabetes.
  • Se trata de la pérdida de visión útil, bien sea de forma temporal o permanente. Las causas son numerosas: desde defectos o lesiones congénitas del ojo, en el nervio óptico, o en el cerebro, a lesiones oculares o enfermedades como la diabetes, que pueden producir degeneración macular. También los problemas que se producen en el ojo debido a la edad pueden originar ceguera.

 

 


Arturo Rangel Bojorges Mendoza

Consejero Suplente ante el H. Consejo Técnico del IMSS.

Fuente: Pagina de la Academia Americana De Oftalmología

 

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